*LA CHOZA DEL CHAMÁN
Estás en una planicie totalmente desértica, no hay nada, sólo una choza y un enorme árbol que brinda su sombra.
-MUJER- Llegamos, te dije que faltaba poco.
-Cuando todo esto termine escribiré un libro.
Una risa se le escapa a la mujer. Llegan a la choza, abre la puerta.
-MUJER- Entra.
Entras con un poco de miedo, huele a incienso. La choza está oscura, algunas velas alumbran, en un petate está hincado un anciano, sólo trae puesto un taparrabos.
La mujer se transforma en un jaguar. La miras, sorprendido. Después de un minuto, dejas de verla. Sabes que aquí todo es normal.
-CHAMÁN- Bienvenido, te he estado esperando.
-MUJER- Él es el Chamán.
-¿Qué quieren de mí? ¿Qué es todo esto? ¿Por qué yo?
-CHAMÁN- Tranquilo hombre curioso. Antes, quiero cerciorarme de algo. ¿Eras dueño de una gran empresa?
-Sí.
-CHAMÁN- ¿Has vivido bien? ¿No le debes nada a nadie?
-No, ni soy un ladrón ni nada de esa mierda.
-CHAMÁN- Sí, lo eres. Le has robado tanto a esta tierra, has robado algo que no te pertenece. Ahora debes devolverlo.
-¿Qué? ¿Los árboles? No los robé, firmé un…ah qué va, OK según ustedes los robé, ¿Cómo se les ocurre que los devolveré?
-CHAMÁN- No somos dueños de este mundo sino parte de él. Tu vida dará vida a este mundo.
-Déjense de tonterías, díganme qué quieren.
-CHAMÁN- El hombre que te encontraste muerto en el camino, no era fértil. Tuvimos que utilizarlo en otros fines. Tú aún tienes un espíritu fértil aunque tu cuerpo y tu carne estén podridos. Nos entregarás tu vida y ayudarás a la vida, servirás a esta tierra. Tonantzin ya ha puesto la semilla en ti, aquella noche de lluvia.
-Ya estoy harto, me largo de aquí, debe haber alguna forma de salir.
-CHAMÁN- Corre, huye, pero no podrás esconderte de tu destino.
Corres, sales corriendo de la choza, estás entre los árboles y arbustos que viste la primera vez que seguiste a la mujer, ves la carretera, corres hacia ella, ves a tu esposa, ves a tus hijos, a tu doble. Te sientes pesado, tus pies se van hundiendo en la tierra, penetran en la tierra, se hacen uno, salen raíces de ti, tus brazos quedan extendidos horizontalmente, se convierten en ramas, tu piel se va endureciendo hasta convertirse en madera, tu cabello en hojas, te estás convirtiendo en un enorme árbol. Ves a tu familia irse con el doble, parecen felices. La mujer convertida en jaguar sube en ti y se acuesta en una de tus ramas, quieres gritar, pero ahora no puedes, sólo el viento ruge. Y tú eres un árbol.
Estás en una planicie totalmente desértica, no hay nada, sólo una choza y un enorme árbol que brinda su sombra.
-MUJER- Llegamos, te dije que faltaba poco.
-Cuando todo esto termine escribiré un libro.
Una risa se le escapa a la mujer. Llegan a la choza, abre la puerta.
-MUJER- Entra.
Entras con un poco de miedo, huele a incienso. La choza está oscura, algunas velas alumbran, en un petate está hincado un anciano, sólo trae puesto un taparrabos.
La mujer se transforma en un jaguar. La miras, sorprendido. Después de un minuto, dejas de verla. Sabes que aquí todo es normal.
-CHAMÁN- Bienvenido, te he estado esperando.
-MUJER- Él es el Chamán.
-¿Qué quieren de mí? ¿Qué es todo esto? ¿Por qué yo?
-CHAMÁN- Tranquilo hombre curioso. Antes, quiero cerciorarme de algo. ¿Eras dueño de una gran empresa?
-Sí.
-CHAMÁN- ¿Has vivido bien? ¿No le debes nada a nadie?
-No, ni soy un ladrón ni nada de esa mierda.
-CHAMÁN- Sí, lo eres. Le has robado tanto a esta tierra, has robado algo que no te pertenece. Ahora debes devolverlo.
-¿Qué? ¿Los árboles? No los robé, firmé un…ah qué va, OK según ustedes los robé, ¿Cómo se les ocurre que los devolveré?
-CHAMÁN- No somos dueños de este mundo sino parte de él. Tu vida dará vida a este mundo.
-Déjense de tonterías, díganme qué quieren.
-CHAMÁN- El hombre que te encontraste muerto en el camino, no era fértil. Tuvimos que utilizarlo en otros fines. Tú aún tienes un espíritu fértil aunque tu cuerpo y tu carne estén podridos. Nos entregarás tu vida y ayudarás a la vida, servirás a esta tierra. Tonantzin ya ha puesto la semilla en ti, aquella noche de lluvia.
-Ya estoy harto, me largo de aquí, debe haber alguna forma de salir.
-CHAMÁN- Corre, huye, pero no podrás esconderte de tu destino.
Corres, sales corriendo de la choza, estás entre los árboles y arbustos que viste la primera vez que seguiste a la mujer, ves la carretera, corres hacia ella, ves a tu esposa, ves a tus hijos, a tu doble. Te sientes pesado, tus pies se van hundiendo en la tierra, penetran en la tierra, se hacen uno, salen raíces de ti, tus brazos quedan extendidos horizontalmente, se convierten en ramas, tu piel se va endureciendo hasta convertirse en madera, tu cabello en hojas, te estás convirtiendo en un enorme árbol. Ves a tu familia irse con el doble, parecen felices. La mujer convertida en jaguar sube en ti y se acuesta en una de tus ramas, quieres gritar, pero ahora no puedes, sólo el viento ruge. Y tú eres un árbol.
FIN.