2010

Hola, bienvenidos a esta trinchera, si es que hay alguien que viene...los fantasmas inexistentes y yo les damos la bienvenida. Un saludo y déjense sumergir en las entrañas...

viernes, 31 de julio de 2009

Historias de Zócalo (PRESAGIOS DEL CIELO)

PRESAGIOS DEL CIELO

El cielo anunciaba un torrente descomunal. Sentado en la banqueta, me sentía liviano y vacío, pues sólo era piel y huesos. Mi alma había partido tiempo atrás. Esperaba, tranquilo, al viento, a la tormenta. Las farolas comenzaban a encender su tenue luz. El crepúsculo, siempre púrpura, siempre taciturno cubría mi corazón con su manto de inmensa melancolía. Las nubes se amontonaban comenzando a formar un solo cuerpo, una sola nube. Los relámpagos centelleaban. La gente caminaba súbita, buscando refugio. Los enamorados se abrazaban para cubrirse del presagio que el cielo proclamaba. Yo, mirando aquí, allá, seguía en espera de mi hora. De salir volando por los aires hacia la nada y perderme en la noche lóbrega que se acercaba. El sonido de las campanas de una catedral lejana entró en mis oídos como anunciándome el fin. Supe que había llegado mi hora y claudicado perecí.
Desperté. Descubrí las nubes acribilladas por los destellos del sol. La tormenta había cesado. Yo seguía sentado, no me había ido. Pero algo en mí había cambiado. Me sentía pesado, estático, como si algo hubiera entrado en mi ser. Moví los ojos, al parecer lo único que podía mover, y vi mi piel cubierta de un fino rocío. Entonces comprendí que mi alma había vuelto y apenas se estaba acomodando en mi cuerpo. Fue cuando la vi acercarse a mí, con su vestido floreado y su caminar parsimonioso. Fue cuando vi su ondulado cabello mecerse al ritmo del suave viento, fue entonces cuando vi en sus ojos el perdón y el arrepentimiento. Fue entonces cuando el amor regresó.