Ayer un pájaro herido cayó en la terraza.
Lo tomé y sentí cómo el calor de la vida
Se apagaba en mis manos.
En la tarde viajaba en camión por la lúgubre ciudad
Y vi a través de la ventanilla
Que todo era soledad y miedo.
Como animales en un zoológico la gente vivía aprisionada en sus casas.
La cabeza me daba vueltas y decidí detener mi viaje.
Bajé cerca de una cloaca
En la que el agua negra y la sangre de esta ciudad corrían como un río caudulento.
Entonces la tenue llama de mi esperanza se perdía en la oscuridad inmensa.
Lo tomé y sentí cómo el calor de la vida
Se apagaba en mis manos.
En la tarde viajaba en camión por la lúgubre ciudad
Y vi a través de la ventanilla
Que todo era soledad y miedo.
Como animales en un zoológico la gente vivía aprisionada en sus casas.
La cabeza me daba vueltas y decidí detener mi viaje.
Bajé cerca de una cloaca
En la que el agua negra y la sangre de esta ciudad corrían como un río caudulento.
Entonces la tenue llama de mi esperanza se perdía en la oscuridad inmensa.
Fernando Rangel E.